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Reían, bailaban… pero una persona de ahí estaba perdida.

-Blondii… hey… hola!...- trataba de llamarle la atención Anna –que?...- dijo de repente, como despertando –estas un poco rara esta noche
-am… no has visto al conde?
-Kaulitz? Debe de andar por ahí… ya lo conoces
-ahí? Ahí donde… y créeme que no, no lo conozco tan bien
-bueno, lo he visto con Amy, estaban yendo al laberinto
-hace cuanto?
-un buen rato…- dijo desinteresada pero con tal vez un pensamiento vengativo?
-creo que iré a tomar un poco de aire fresco- dijo la señorita Bones y salio rápidamente.

De repente ahí estaba Kaulitz, con la mirada perdida, mirando a su alrededor, parecía ver a alguien caminando por entre los árboles.
-hey! Tu espera, te ordeno des la vuelta- pero la joven parecía estar sorda, no le hacia caso y seguía con su juego mientras reía, parecía disfrutar de la desesperación de Bill.
-oye!- al final el conde fue hacia ella, pero se le hacia difícil poder alcanzarla, es mas la que el creía una joven parecía ser un espectro, que solo se burlaba de el.

Amy se acercaba a la princesa, -Amy… y Blondii?
-no la he visto…
-pero… yo pensé que estaba contigo
-no-
-Anna, has visto a Blondii?
-no princesa… a caso no estaba contigo Amy?
-disculpen, pero… a que las llevan esas suposiciones?
-pues… Bones había preguntado por cierta persona y yo le dije que capaz esa persona estaría contigo, eso nos lleva a suponer que la has visto.
-pues… Anna estas equivocada, no he visto a Blondii cuando estuve con cierta persona- dijo de mala gana y se fue.
-algo me dice que a esas dos les pasa algo
-y ese algo tiene un titulo
-el conde Kaulitz- dijeron las dos al unísono.

-July… ese no es el conde Kaulitz?- pregunto Amara –tienes razón, que hará allí?- decía, las dos miraban hacia los jardines del este.
-al parecer ha tomado demás
-se lo ve un poco perdido
-deberíamos ir a buscarlo, mira si se pierde, o aun peor lo capturan?
-Amara, como dices esas cosas?
-mira July, hay que estar alerta, nunca sabes cuando pueden atacarnos.
-bueno, en eso tienes razón, pero yo creo que el conde no necesitaría de nosotras, una desgraciada, mejor dicho, agraciada ya lo está guiando- decía Amara, observaban como Bill seguía a una joven.





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