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-Y bien, que es lo que piensan hacer?...- preguntaba Tom, los cuatro muchachos caminaban por un sendero que los llevaba a una casa. –mire, usted Tomas se quedara con el conde, mientras Sir Schäfer y yo…- decia Georg –iremos con Ian al pueblo, pues no hay que levantar sospechas…
-me quedare con un conde? Y yo que pensé que seria un principe…
-claro que lo seras, pero antes debes de aprender a comportarte como uno…- Gustav lo dejo frente a la puerta, y tocaron, una joven salio a atenderlos –Conde Listing, Sir Schäfer- dijo haciendo una reverencia –por favor adelante…
-no, Tey, esta vez no podremos pasar, estamos muy apurados, debemos recoger unas cosas antes que anochezca, por favor, dile al conde Kaulitz que el principe llego…- Tom miro con cara rara a la jovencita, y entro.

-puede tomar asiento su majestad, el conde Kaulitz vendra en un momento…
-agurda, dijiste conde Kaulitz?
-eso mismo… pasa algo?
-no… claro que no…- respondio el joven extrañado, y se quedo solo en aquella sala.
Luego escucho a dos personas que venian, pues los pisos de madera sonaban, se escuchaba la voz de una joven, pero no era Tey. –descuida, seguramente el rey se creyo todo, ubiera visto su cara…- y luego un joven respondia –bueno eso es lo de menos, tendremos que esperar a que el principe se le aparesca…- y los dos reian…

-buenas tardes… su majestad…- los que venian hablando ya estaban en la sala, Tom se paro y se dio media vuelta para poder verlos, pero aquellos estaban terminado de hacer la reverencia y tenian la cabeza baja. Hasta que se pusieron firmes, -lo estabamos esperando…- dijo el conde Kaulitz, acercandose a Tom, pero el campesino estaba espantado, o tal vez emocionado? –no… no puede ser!...- exclamo y se quedo mirando a Kaulitz. –que, que no puede ser?...- preguntaba la joven Alex –Bill!... hermano!...- dijo Tom y fue a abrazarlo… -oiga, un momento! Yo no tengo ningun hermano!
-pero, Bill, es que acaso no te acuerdas de mi? Soy yo, Tom, tu gemelo…
-gemelo?...- Alex los miraba… -a decir verdad, mucho no se parecen…-
-por favor, hombre! Que cosas dice!...
-pero, es que eres tu, Bill, tu, vivias con migo! En el campo! Y… y… tu, eras pastor…
-pastor?... Conde Kaulitz, me parece que hay algo que nos hemos perdido…- decia Alex, poniendose al lado de Bill –pero, es que… yo no tengo ningun hermano…
-Bill, soy yo, Tom!
-discúlpeme, pero esto debe ser una confusión…- la joven Veltheim trataba de apaciguar las cosas.

-un momento… a ver, por favor, lo mejor sera que tomemos asiento…- decia Alex –usted, Tomas, digame, como es que cree que el conde es su hermano?
-pero es que es el! No miento!, Bill, es mi hermano, Bill Kaulitz!
-y usted conde, tiene algo que decir?
-la verdad, no, es que… siempre he vivido con mi madre, y nunca arrié el ganado… es mas jamas he ido al pueblo del joven…
-pero es verad!, Bill, tu fuiste a buscar unas ovejas que se habian perdido, pero luego no volviste! Eres tu… mi gemelo…
-por favor… Tomas, puede calmarse, seguramente el conde y su gemelo tienen algun parecido, pero no es de tal manera como usted lo dice…
-ella tiene razon, joven Tomas, podria usted calmarse. Le prometo que buscaremos a su hermano, pero quien usted dice no soy yo…
-pero… es que…- Tom estaba tan desesperanzado –hasta tienen el mismo nombre, estatura, rasgos… reconoceria a mi hermano…
-su gemelo, se llamaba Bill Kaulitz?...- asombrada pregunto Alex –claro que si…
-eso es asegurar nada, el apellido Kaulitz ha sido llevado desde los antepasados, y el nombre Bill, bueno, hay muchos Bill por aquí… solo es coincidencia…
-el conde esta en lo cierto… mire, se hace tarde, por que mejor no lo llevo a su habitación, dormir le hara bien…
-si, Alex, llevatelo, que mañana empezaremos con las lecciones…- dijo el conde, luego se levanto y se fue.